Es en Caravaca de la Cruz donde tus hijos te dejarán atrás subiendo la cuesta, o donde disfrutarán de una amena visita guiada al Museo de Música Étnica de Barranda, a lo largo de la cual podrán hasta tocar un tambor.

Será en esta ciudad donde podrás disfrutar con tu pareja de una gastronomía de alta calidad, ligada a los productos agrícolas y ganaderos de la zona. Así, las migas, los arroces en todas sus variantes: con conejo, pollo, garbanzos, caracoles, níscalos, bacalao son los platos estrella. También destacan el cordero en tartera y a la brasa.

Si te interesa la Naturaleza, en Caravaca encontrarás lugares de alto interés paisajístico, como Fuente del Marqués (muy cerca de la población), sierra de Mojantes, Peña Rubia-El Nevazo, El Gavilán-El Pinar Negro o Las Tosquillas, en la pedanía de Barranda.

Por otro lado, Caravaca de la Cruz es una ciudad en la que la historia ha dejado destacados monumentos y una señorial estructura urbana (la plaza del Arco). Imprescindible visitar la Basílica-Santuario de la Vera Cruz, anexa al Castillo y junto al Museo de la Vera Cruz, verdadera razón de ser de la Ciudad y meta de muchos de los visitantes que llegan en peregrinación llamados por la sagrada reliquia.

Y si tienes la oportunidad, no dejes de acercarte a Caravaca de la Cruz para conocer sus fiestas: del 1 al 5 de mayo son las fiestas principales en honor a la Santísima y Vera Cruz. Los caballos del vino (Patrimonio Inmaterial de la Humanidad) y los Moros y Cristianos forman parte de las celebraciones.

El caravaqueño es persona amante su tierra y tradiciones y tiene ganas de ti, de volverte a ver recorriendo sus calles, degustando las excelencias culinarias que preparan con primor acreditados cocineros y conociendo los tesoros patrimoniales y naturales que posee.