Alcalà-Alcossebre

Cinco motivos para visitar 

Alcalà de Xivert y Alcossebre conforman un municipio que es uno de los más prestigiosos destinos turísticos del mediterráneo valenciano. La indudable calidad –y belleza- de sus playas y calas se alía con el atractivo del contacto con la naturaleza que se vive con intensidad en la Serra d’Irta. Todo ello en un territorio plagado de historia, con un rico patrimonio y una gastronomía global que le convierte en el punto ideal para pensar en unas vacaciones largas o una escapada más corta.

HISTORIA.- En Alcalà-Alcossebre es aún evidente la presencia de los musulmanes y de los templarios. Claros ejemplos son el Castillo y poblado de Xivert, que nació como núcleo de población y centro defensivo musulmán y terminó siendo sede de la Orden del Temple, que ejerció su señorío por estos pagos. El Castillo de Xivert, objeto de una continuada labor de investigación arqueológica y de restauración, es en la actualidad accesible para vehículos. Otro punto de gran interés es la ermita de Santa Lucía, donde hay evidencias de asentamientos prehistóricos, e íberos. En la propia ermita hay un espacio museístico que nos ayudará a apreciar la importancia de este enclave que domina prácticamente todo el llano litoral de la provincia de Castellón y gran parte de la línea de costa.

PATRIMONIO.- Los avatares de la historia han dejado en Alcalà-Alcossebre un importante patrimonio histórico y artístico que la población ha sabido conservar. Además del castillo y de la ermita de Santa Lucía, en el centro de Alcalà destaca la Iglesia de San Juan Bautista y su campanario. Ambas son obras del siglo XVIII y, por tanto, el estilo dominante es el barroco. En la iglesia destaca el retablo del altar, una representación contemporánea de la decapitación de San Juan, obra de Traver Calzada. En el campanario, el tercero más alto de la Comunitat Valenciana, en la sala de contrapesos, existe un espacio museístico para conocer la historia de la torre, que tardó veinte años en construirse. Además, encontramos otros espacios de interés como la ermita del Calvario –también de estilo barroco- o el Prigó del Rey

SERRA D’IRTA.- El parque Natural de la Serra d’Irta es un paraíso junto al mar. Un espacio protegido que acoge gran variedad de especies vegetales, una rica fauna de pequeños mamíferos y, sobre todo, de aves, y algunas colonias de endemismos de gran valor biológico. Es posible recorrer sus rutas tanto andando como en bicicleta y así conocer algunas de las edificaciones que se erigen en este espectacular entorno, donde destaca una obra contemporánea, como el Faro de la Serra d’Irta, o una torre defensiva, como la Torre Ebrí.

GASTRONOMIA: Como buen destino turístico, Alcalà-Alcossebre ofrece una gran variedad gastronómica que vale la pena conocer. Gastronomía al alcance de todos los bolsillos y para todos los gustos. Desde cocina tradicional hasta cocina de proximidad basada en el producto de km 0 y la tradición. Incluye hasta restaurantes con Estrella Michelín. Alcalà-Alcossebre esconde algunos tesoros que le son propios por historia: sus postres, de clara influencia musulmana y el tomate, la Tomata de penjar, un producto prácticamente exclusivo de la zona y ampliamente apreciado.

PLAYAS.- Una gran variedad de playas se suceden en el litoral de Alcalà-Alcossebre. Unas amplias, otras recoletas calas que permiten disfrutar de un modo distinto del baño. Todas de gran calidad y con distintivos internacionales que así lo certifican. Alternan largas playas, zonas de uso y disfrute, espacios protegidos y un coqueto puerto deportivo.