Elche, tres veces patrimonio de la humanidad

No es nada frecuente que un mismo municipio concentre tres distinciones de la UNESCO declarando Patrimonio de la Humanidad sus tesoros. Menos frecuente es que estas declaraciones se den en categorías diferenciadas. Estas circunstancias se dan en Elche y distinguen tres de sus elementos más conocidos e icónicos:

  • El Palmeral: La presencia de la palmera en Elche está documentada desde hace milenios, aunque fue durante la época musulmana que se le dio a este elegante árbol un uso agrícola y comercial. De aquella época procede la distribución de parcelas (huertos) y el sistema de riego, aún vigente. Las condiciones climáticas y del agua disponible hicieron posible que prosperara el cultivo de la palmera aplicando técnicas de agricultura de oasis. Y así se fue gestando el que es el palmeral más extenso de Europa y uno de los más grandes del mundo. La palmera datilera y la palma blanca (con la que se realizan las palmas para el Domingo de Ramos) son las más representativas de este espacio que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2000. Más de doscientos mil ejemplares forman parte del conjunto, que puede ser visitado recurriendo una ruta preestablecida de poco más de 2 kilómetros. Imprescindible.
  • Museo de Puçol: En 2009 la UNESCO decidió inscribir al Museo Escolar de Puçol en el Registro de Prácticas Ejemplares del Comité para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial a este espacio museístico que reúne más de cien mil piezas que permiten conocer al detalle la historia de los ilicitanos desde un punto d vista etnológico que incluye aspectos como la agricultura, el comercio, la industria, el folklore y las tradiciones. El centro, cuyo nombre completo es Centro de Cultura Tradicional Museo Escolar de Puçol nació a finales de los años 70 del pasado siglo.
  • El Misteri d’Elx: Fue la primera manifestación festiva española en ser declarada por la UNESCO Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, una categoría que creó en 2001. Se trata de un drama cantado de origen medieval dividido en dos actos que se representa los días 14 y 15 de agosto, coincidiendo con las fiestas de la Ascensión de la Virgen. Hay representaciones extraordinarias 29 y 30 de octubre y 1 de noviembre. El origen de la obra se localiza en la segunda mitad de siglo XV y si ha llegado a nuestros días es gracias a una bula papal de 1632 que permitió la continuidad del Misteri a pesar de que en el concilio de Trento se habían prohibido las representaciones en el interior de los templos católicos. Por esta razón, el Misteri se ha convertido en el último vestigio de este tipo de manifestaciones.

El esfuerzo por preservar las tradiciones, las formas de cultivo de la palmera y el testimonio de la su historia cotidiana es un reflejo de la sensibilidad de los ilicitanos hacia lo que les es propio y ha merecido el reconocimiento internacional. Sin duda, hay que conocerlo.