Ciudad de los 100 escudos, es ese bello rincón del sureste español que espera al visitante para darles una cálida bienvenida y acogerlo entre sus históricas calles empedradas con retazos de historia medieval y arquitectura barroca y monumental.
Hoy en día, con la visita al Centro de visitantes y posterior subida al castillo, convertido en un espacio temático cultural de ocio y tiempo libre, el visitante podrá llevarse consigo toda la experiencia de haber viajado en el tiempo para conocer esta ciudad de frontera.
Un recorrido por sus plazas y calles principales, declaradas conjunto histórico artístico, nos llevarán a visitar la antigua Colegiata de San Patricio único templo de estas dimensiones dedicado al santo irlandés junto con la catedral de Dublín y la de Nueva York.
Junto a esta, en la monumental plaza de España, podemos disfrutar de un aperitivo y de la rica y variada gastronomía lorquina mientras contemplamos el ayuntamiento, la antigua Casa del Corregidor, el antiguo Pósito de Panaderos, hoy convertido en Casa del Artesano, o las Casas Consistoriales.
Desde aquí, rápidamente llegamos al Palacio de Guevara cuyo pórtico de entrada es uno de los más bellos retablos barrocos de carácter civil del levante español.
A izquierda y derecha continuaremos para visitar los museos de bordados que nos permiten disfrutar de la Semana Santa lorquina y de sus desfiles bíblicos pasionales durante todo el año. En estos desfiles, declarados de Interés Turístico Internacional, esmeradas manos nos relatan sobre mantos bordados en seda y oro el antiguo testamento, así como historias de desaparecidos imperios y civilizaciones.
Pero es que además Lorca, con más de 1600 kilómetros cuadrados que lo convierten en el segundo término municipal más grande de España, tiene grandes espacios verdes que ofrecer y senderos que se adentran en importantes masas arbóreas.
En las pedanías altas del municipio existe una amplia oferta de alojamientos rurales en donde poder vivir experiencias singulares relacionadas con la naturaleza y el enoturismo.
Hay que destacar los casi 10 km de costa, con acantilados, calas y playas que forman parte del Parque Regional de Cabo Cope y Puntas de Calnegre, en donde empresas de turismo activo ofertan actividades relacionadas con la naturaleza para todos los gustos.