A cien kilómetros de la capital de Murcia, y lindando con Almería, se encuentra un paraíso hecho de sol, arena y mar, la ciudad de Águilas, con un gran patrimonio industrial ferroviario, que fue el motor del desarrollo económico de la localidad a finales del s.XIX y principios del s.XX, gracias a los yacimientos de plomo, plata y hierro que se hallaron en sus sierras cercanas.

El ferrocarril, junto al esparto y la minería, contribuyeron al desarrollo económico y social de Águilas. Fue a finales de ese periodo, cuando se asentó en Águilas una colonia británica, la cual, hizo posible la construcción de la línea férrea, para dar salida al mineral de hierro traído desde la Sierra de Bacares, a través del Embarcadero del Hornillo.

Desde estas páginas, les invitamos a un paseo por esos caminos de hierro que tanto significaron para Águilas.

Nuestra primera parada es en el “Monumento al Ferrocarril”, donde una máquina de vapor de las que funcionaron es esta zona, y llamada Águilas”, encierra el agradecimiento del pueblo de Águilas al ferrocarril, por todo lo que supuso para su desarrollo económico.

A continuación, nos detendremos en la Estación de Viajeros, donde próximamente se instalará el nuevo “Museo del Ferrocarril”. Junto a esta, se encuentran los Talleres de Renfe y el Cocherón de Carruajes. Nuestro siguiente destino, nos lleva al Puente de la Rambla de las Culebras, y nos encontramos con la Vía Verde más corta de España, con 500 metros de longitud, que finaliza en el Mirador del Hornillo, con una espectacular panorámica de la bahía del mismo nombre, y la Isla del Fraile. En este tramo, podemos disfrutar también de los depósitos de mineral y el Túnel de descarga del Hornillo, visitable y musealizado. Al final, nos encontramos con el Embarcadero del Hornillo, Bien de Interés Cultural, que data del 1903 y fue construido por el ingeniero Don Gustavo Gillman. Actualmente se ha concluido la primera fase de su restauración y se ha abierto al público de forma provisional.

Águilas es un museo al aire libre, que nos espera con los brazos abiertos para disfrutar de su gastronomía, su clima y su cultura. Un consejo, no dejen escapar este tren.