Benicàssim en uno de los destinos turísticos más veteranos y prestigiosos de la costa mediterránea, como demuestra que acogía a sus primeros visitantes foráneos a finales del siglo XIX, cuando buscaban la bonanza del clima y las aguas. Fue el origen de las llamadas Villas de Benicàssim.
Desde entonces mucho ha llovido -y, sobre todo, mucho sol ha bañado estos parajes-, pero Benicàssim se ha caracterizado por tener siempre una mentalidad innovadora y dinámica, lo que le ha convertido en un destino donde todo el mundo es bienvenido: la pareja, el grupo de amigos, la familia, el curioso, el deportista… Al margen de las modas, los corazones de muchas personas se han rendido a la población castellonense, que no solo es un lugar al que visitar, si no que se ha convertido en un sitio donde estar, donde vivir.
Las espectaculares condiciones naturales ponen su granito de arena a la hora de valorar los atractivos de Benicàssim: sus siete kilómetros de playas -por otra parte, perfectamente cuidadas y con todos los distintivos que garantizan la excelencia en su gestión- el Paraje del Desierto de las Palmas -convertido en un Parque Natural fuertemente protegido para garantizar su conservación sin impedir disfrutar del mismo- con sus impresionantes vistas o las imponentes agujas de Santa Águeda… Todo nos habla de un lugar bello y cuidado. La perfecta colaboración entre la Naturaleza y el hombre.
Es en estos lugares -y en otros como la Vía Verde que transcurre junto al mar- donde se puede practicar el senderismo o el cicloturismo. Si te gustan las emociones fuertes y aspiras a disfrutar de un paisaje espectacular desde una perspectiva única, también puedes practicar el parapente. Lo importante es estar en contacto con la Naturaleza.
Otro punto de colaboración que contribuye a que Benicàssim sea ese lugar de tranquilidad en el que todo el mundo quiere estar es el que protagonizan la esfera pública y la privada. Tras años sin demasiadas novedades, hoy en Benicàssim se está viviendo un proceso de crecimiento de su planta hotelera, lo que facilitará una mayor capacidad de alojamiento. También es la iniciativa privada la que ha conseguido que en Benicàssim opere el que está reconocido como el mejor spa de Europa, que recoge la tradición que en turismo de salud siempre ha tenido la localidad.
El tejido empresarial benicense también ha trabajado con denuedo para mejorar la oferta gastronómica de Benicàssim. Adaptada a todos los gustos se hace complicado comer mal en este municipio.
Miguel Ángel Silvestre, un gran actor que conoce de primera mano los múltiples atractivos de Benicàssim, ha contribuido a divulgar entre sus millones de seguidores en todo el mundo los atractivos de una tierra tan especial para él. Unas visitas virtuales en las que se respira el amor que siente hacia este territorio uno de nuestros actores más internacionales.
Benicàssim atesora una gran experiencia al unir su condición de destino turístico veterano con una mentalidad abierta e innovadora
A lo largo del año se desarrolla un completo programa de visitas guiadas que permiten conocer al detalle los lugares más destacados del municipio: la torre San Vicente, el Parque del Trenet, las Villas señoriales, las cumbres cercanas. Los tiempos pasados, las aventuras con piratas y tesoros son argumentos que convierten algunas de estas visitas en teatralizadas.
Benicàssim realiza una apuesta permanente por la cultura, tanto para los visitantes como para los residentes. Reconocido es su valor como sede de festivales de lo más variado, pero hoy queremos subrayar que Benicàssim es uno de los pocos municipios de su rango de población que mantiene programación de cine en valenciano a lo largo de todo el año. También relacionado con el cine, en Benicàssim se pueden ver películas de actualidad en sus versiones originales, en el idioma en el que han sido rodadas, sea el cantonés, el japonés o el inglés.
Exposiciones, teatro, actividades callejeras, festivales de pequeño formato… Todo ello conforma una amalgama de actividad cultural dirigida a todos los públicos y que se desarrolla a lo largo de todo el año. Es el Benicàssim diverso, acogedor y accesible.
Por todo ello, durante la próxima primavera, mientras en otras zonas se desarrollan populares fiestas multitudinarias, en Benicàssim puedes encontrar ese reducto de paz en el que es posible disfrutar de la naturaleza, de la cultura, de la gastronomía y de la profesionalidad de un sector turístico altamente profesionalizado y focalizado hacia el público. Es de este modo como Benicàssim ha demostrado que ser un destino turístico veterano no le convierte en obsoleto si no que, por el contrario, ha logrado enriquecerse con la multitud de matices y conocimientos que solo el paso del tiempo y el saber hacer consiguen poner a disposición del visitante y del residente.
La cultura, los festivales, las visitas guiadas y una oferta gastronómica de primer orden garantizan una experiencia positiva
