MURCIA

Una ciudad que presume de tradición, de joyas del barroco, y de un rebosante modernismo.

Ciudad acogedora, que fue morisca antes que cristiana, cuenta con un gran legado cultural y un patrimonio muy diverso.

 

De época árabe, encontramos los restos de la muralla que rodeaba toda la ciudad, el museo de Santa Clara en donde quedan expuestos los hallazgos arqueológicos de esta etapa y los vestigios de una mezquita y unos baños musulmanes.

 

Sin duda, el período de mayor esplendor es el barroco, cuna de su maestro Francisco Salzillo, con sus pasos de Semana Santa y su colección de piezas de belén en el museo que lleva su nombre. Destaca también la fachada o imafronte de la catedral de Santa María, la iglesia de San Juan de Dios y el santuario de la Fuensanta.

 

Edificios más recientes son la ampliación del Ayuntamiento, realizado por Rafael Moneo frente a la Catedral, las pasarelas del Malecón y Manterola sobre el río Segura y el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas

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Cuenta con espacios singulares, algunos de ellos ubicados en el casco histórico como el Real Casino de Murcia declarado monumento nacional y otros en plena huerta, como el palacete Rural de La Seda del siglo XVII o la Finca Buenavista donde se encuentra el restaurante La Cabaña, con dos estrellas Michelin.

 

Murcia, ciudad de congresos. Su buena comunicación y unas instalaciones óptimas para reuniones de trabajo hacen de esta capital, un lugar idóneo para el turismo de negocios. El ya citado Auditorio y Centro de Congresos y espacios singulares como el Cuartel de Artillería y los Molinos del Río, hacen de Murcia un lugar idóneo para todo tipo de reuniones profesionales.

 

Son muchas las actividades y experiencias que puede realizar todo aquel que la visite. Tanto la huerta como el Parque Regional del Valle-Carrascoy a escasos kilómetros de la ciudad, invita a paseos a pie o en bici. En el Parque Regional, además de la práctica del senderismo y escalada, se puede visitar la ermita de San Antonio el Pobre, el Arboretum, el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre y los Centros del Visitante de La Luz y el Valle.

Y tras este paseo cultural e histórico, nos adentramos por el turismo gastronómico de la ciudad de Murcia, esencial para conocerla a fondo; prueba de ello, es que la gastronomía murciana es el segundo producto turístico más valorado de nuestra región, motivo por el cual, podemos decir que Murcia está para comérsela.

Una invitación a probar sus sabores a través de los mejores productos de la huerta murciana, ingredientes imprescindibles de su gastronomía.

 

Comenzamos en la Plaza de las Flores, situada en el centro de una de las principales áreas de tapeo y restauración de la ciudad. Es una plaza emblemática, alegre y con encanto, donde degustaremos una marinera, una de las tapas más típicas, que consiste en una rosquilla de pan y sobre ésta, ensaladilla y una anchoa. También tenemos otra variedad, matrimonio (con anchoa y boquerón) o la bicicleta (solo con ensaladilla).

 

Continuamos hacia los alrededores de la Catedral, donde masticaremos su historia y sus sabores. En primer lugar, probaremos sus famosos pasteles de carne, que optan a ser Bien de Interés Cultural. Nos adentramos hacia la Plaza de Santo Domingo, en cuyas calles de alrededor, sazonaremos nuestro paseo probando el zarangollo, los michirones, ensalada y pisto murciano, y de postre, un paparajote (cuidado, no comer la hoja), acompañado con café de malta y anís seco.

 

Y para quemar calorías, nada mejor que visitar Terra Natura, un enorme zoológico donde se puede observar más de 300 animales de cincuenta especies de los cinco continentes, recreando ecosistemas autóctonos; sin olvidar, Aqua Natura, moderno parque acuático con más de 30,000 metros cuadrados para el ocio y la relajación.

 

Y, para terminar, sólo podemos decir ¡Murcia, qué rica estás!

 

 

 

 

Más información web www.turismodemurcia.es