La Ruta del Grial por la Comunitat Valenciana merece ser transitada al menos una vez en la vida. Planteada como un viaje histórico y místico por 18 municipios, termina en la Catedral de València, donde se guarda el Santo Cáliz. Más de 120 kilómetros divididos en 7 etapas que pueden realizarse tanto a pie como en bicicleta.
La Ruta arranca en Barracas, en Castellón, donde encontramos una escultura del Rey Alfonso V el Magnánimo. La siguiente parada es Caudiel, con su Iglesia parroquial de San Juan Bautista o la Torre del Molino. Desde aquí, por un paisaje de viñedos y olivos, nos adentramos en Jérica, donde nos recibe La Torre de la Alcudia, único ejemplar de estilo mudéjar en la Comunitat. Seguimos por la Vía Verde de Ojos Negros hasta Navajas, con sus calles de origen morisco y el maravilloso paraje del Salto de la Novia. El curso del río Palancia nos conduce hasta Altura y su Cartuja de Vall de Crist, del siglo XIV. Nos espera Segorbe, capital del Alto Palancia, donde encontramos la famosa Fuente de los 50 Caños y la Basílica Catedral. Y por último Soneja, un pueblo con numerosas fuentes, cuyas calles conservan vestigios medievales.
Cruzamos a la provincia de Valencia y llegamos a Torres-Torres y sus Baños Árabes, declarados Monumento Nacional. Por su puente medieval, accedemos a Estivella y Gilet, donde se halla el impresionante Monasterio de Sancti Spiritu, que fundó María de Luna, la primera esposa del rey Martín I de Aragón, en 1402. Alcanzamos Sagunto, enclave estratégico por su patrimonio romano, su judería, su castillo fortaleza y la iglesia de El Salvador. Aquí encontramos la Ermita de la Sang, que posee una réplica exacta del Santo Grial. Reemprendemos la marcha hacia el Puig de Santa Maria, donde está el imponente Real Monasterio, que empezó a levantarse en 1238 por orden de Jaume I. Seguimos hasta Massamagrell, donde visitamos el Convento de la Magdalena, del siglo XVI, y la Iglesia Parroquial de San Juan Apóstol. Aquí encontramos la segunda figura de la Ruta del Grial, obra de Peris Carbonell. Ya estamos cerca de Alboraia y su Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora.
La Ruta llega a su fin en València, donde disfrutamos de joyas como los Jardines del Real, los frescos de la Iglesia de San Nicolás, conocida como la Capilla Sixtina valenciana, o la Catedral y su Capilla del Santo Cáliz.
Una experiencia memorable, tanto para quienes realizan la Ruta con vocación de peregrinaje como para los que desean disfrutar de la historia, de la naturaleza y de la cultura.